miércoles, 2 de abril de 2008

Un campo de tercera

El terreno de juego de la Unión Deportiva la Jota está en unas condiciones infrahumanas, ni siquiera hay luz o agua


El club Unión Deportiva La Jota tiene un campo de fútbol que bien podría ser de algún país de África. Así lo ha descrito su vicepresidente, Rafael Villegas. No es una exageración, ya que el campo Entrerríos, como se denomina, ni siquiera dispone de los servicios mínimos tales como agua, luz o vertidos.


Aún en estas condiciones los chavales se las arreglan para jugar al fútbol en la Jota. Para ducharse y lavar la ropa se utiliza agua no potable acumulada en un pozo. Pero lógicamente este líquido no sirve para beber, así que el Ayuntamiento tiene que abastecer los depósitos de agua potable una vez al mes. En verano es fácil estar sin luz, pero en invierno es imposible, es necesaria la calefacción y la iluminación del campo. Por ello el Ayuntamiento compró un generador, “pero esto no es solución ya que tenemos que adquirir el gasoil para alimentar a este generador y se nos va un 65% del presupuesto”, asegura Villegas con indignación.

Pero eso no es todo. “Para poner electricidad se necesitan unas instalaciones nuevas porque las que existen ahora no se ajustan a ninguna norma y están obsoletas”, continúa diciendo el vicepresidente. Además, el campo está en malas condiciones, “tiene que haber una vallado que separe el campo de las gradas y el que tenemos es muy antiguo y hay partes donde ya no hay”. Entre la multitud de inconvenientes que tiene el campo de fútbol de la Jota, el vicepresidente, Rafael Villegas, asegura que hay algo positivo: “Es más grande de Aragón en cuanto a sus dimensiones y tiene un buen drenaje de modo que aunque llueva mucho se puede jugar”. Lo malo, según Villegas, es que cuando sopla el viento es muy difícil jugar ya que “la tierra se levanta y parece una tormenta de arena”.

Este campo, que antes pertenecía al Real Zaragoza, fue cedido al Ayuntamiento en diciembre de 2006 con el objetivo de que lo arreglaran. La realidad es que sigue estando como hace una año, pero con la promesa incumplida de la anterior corporación municipal. Villegas explica que hace poco los responsables del Club se reunieron con dos representantes del Ayuntamiento, quienes aseguraron que las obras se iban a llevar a cabo.

Villegas asegura que lo primero que tiene que hacer el consistorio es redactar un contrato de ocupación ya que “ahora estamos en este campo con permiso de palabra pero eso no está redactado en ningún sitio”. Después, mientras avanzan los trámites para comenzar con las obras, “nos pondrán unas casetas de obra que utilizaremos como vestuario”.

El vicepresidente dice que todo el Club está muy ilusionado, también los niños y por supuesto las madres que ahora no traen a sus hijos por las malas condiciones del campo. “No tenemos prisa pero tampoco queremos que haya más retrasos”, concluye Villegas.

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